Proserpina

prosperina

Proserpina es una diosa romana que tiene "su igual" en la mitología griega, la cual se llama Perséfone. Una prueba más de las similitudes entre ambas culturas.

Es la diosa de la vida, la muerte y de la resurrección. Principalmente esta diosa se destaca por ser la causante de los cambios estacionales de primavera a otoño, en la mitología romana. En cuanto a la mitología griega es famosa por ser la causante también de la llegada del invierno. Este punto lo explicaré detenidamente más adelante.

Existe una historia en específico que ha marcado por muchos años la diferencia, pues es trágica y tiene que ver con un cambio de estación, la estación de la primavera.

De hecho, este mito es tan sobresaliente que hay retratos y esculturas que lo representan y que continúan siendo de interés para la actualidad moderna.

Índice
  1. ¿Quién es Proserpina?
  2. Dioses y criaturas que rodeaban a Proserpina
    1. Padres
    2. Ninfas
    3. Esposo
  3. El rapto de Proserpina
  4. El origen de la primavera
    1. Diosas relacionadas

¿Quién es Proserpina?

Proserpina fue la protagonista de una historia trágica que quedó enmarcada hasta hoy en día. Principalmente era la diosa de la agricultura, y era excelente en esto, pues su madre, quien también era considerada con el mismo papel, le enseñó con amor cada una de las cosas que practicaba.

Proserpina diosa

Así mismo, esta mujer se desarrolló normalmente siendo una diosa eficiente. Era hermosa y amada por muchos hombres y dioses por sus atributos; gentil y con una personalidad atractiva.

Proserpina fue hasta cierto tiempo diosa de la agricultura, pues en el momento de su rapto (el cual explicaré ampliamente luego), fue cambiado su papel a reina del mundo de los muertos, reina del inframundo, y principalmente, esposa de Plutón, o mejor conocido en otras mitologías como el Hades.

Dioses y criaturas que rodeaban a Proserpina

En la vida de Proserpina habitaron varios seres que la acompañaron durante toda su travesía.

Proserpina secuestro cuadro

Padres

Las principales personas a su lado eran sus padres, quienes tenían una amplia relación amorosa con ella.

  • Ceres: su madre, y también conocida en la mitología griega como Deméter, también era diosa de la agricultura, de hecho, su nombre romano significa crecer o crear. Esta diosa era muy amada por la población humana, pues se dedicó a enseñarles técnicas de cultivo, fertilidad, fecundidad, a sembrar, recoger trigo e incluso a preparar el pan con todo su trabajo esforzado agricultor. Ella tenía una relación muy abierta con Proserpina.
  • Júpiter: su padre, quien en la mitología griega es conocido como el mismo Zeus, Dios supremo, fue el padre de dioses y de muchos de los hombres que poblaban la tierra. La etimología de su nombre otorga un significado de “el dios de la luz”, pues dyu significa “luz” y piter significa “padre”.

Ninfas

Por otra parte, Proserpina solía estar siempre cerca de ninfas. Estas eran diosas menores, que según algunos mitos, eran hijas de Zeus. Estas mujeres vivían en lo largo de la naturaleza, manteniéndola con vida.

Además, eran doncellas desnudas que frecuentemente se encontraban en manantiales, bosques, mares o montañas.

Estas diosas de rango inferior estaban la mayoría de las veces con la encantadora Diosa Proserpina. Incluso, cuando esta fue raptada, se encontraba en un manantial bañándose con las ninfas.

Esposo

Claramente cabe destacar a otro de los Dioses con el que Proserpina se vio obligada a estar, el Dios del inframundo, Plutón o mejor conocido como Hades.

Este Dios fue adorado grandemente sobre todos los rincones de la tierra. Era poderoso y obtenía todo lo que deseaba sin ningún problema.

Su relación con Proserpina no fue la mejor que se puede esperar, sin embargo, ella nunca pudo dejarlo.

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El rapto de Proserpina

Proserpina escultura

Este fue el título de uno de los mitos más famosos, el cual también posee su propia escultura. Esta historia no fue exactamente la perfecta situación por la que pasa una Diosa; además, no tuvo un final ni tan bueno, ni tan malo.

La historia comienza cuando la Diosa del amor y de la belleza, Venus, tuvo por objetivo conseguirle una pareja fiel, hermosa y con una personalidad encantadora al Dios Plutón, debido a que el mismo se encontraba vagando solo mientras reinaba el inframundo.

Venus envió a su hijo Cupido (el Dios del deseo amoroso) a que se acercara a Plutón y lo flechara, para que así este se enamorara de una mujer, quien en este caso fue la hermosa Proserpina.

Cuando el Dios del inframundo llegó a Sicilia, se encontró a esta mujer bañándose libremente junto a las ninfas, e inmediatamente se enamoró de ella.

El dilema surge cuando Proserpina lo rechaza, lo cual trae como consecuencia su rapto por un Dios tan poderoso como él. Esta escena fue documentada por una escultura que hasta el día de hoy se encuentra en exhibición.

Proserpina forcejeó tanto como le fue posible, pero nada de esto la pudo alejar de los brazos de aquel Dios sin indigno.

Esta Diosa terminó casándose con él y viviendo el inframundo, convirtiéndose en la señora del mundo de los muertos.

El origen de la primavera

Durante todo su tiempo viviendo con Plutón, fue infeliz, al igual que su madre, quien empañada de lágrimas de tristeza la buscó por todas las partes del mundo, pues Proserpina era su hija preciada, y ya había sido arrebatada de sus brazos. Por más que Ceres intentara recuperarla, sabía que Plutón no la soltaría, así que pasó sus días posteriores en amargura.

Es importante recordar que Ceres era la diosa de la agricultura, y por su dolor y amargura hizo decaer cada rincón en el que abundaban sus frutos y cosechas. Además, esta Diosa se convirtió en una maldición para muchas tierras, pues cada lugar que pisaba se desgastaba, a tal punto de que ya no eran tierras fértiles, sino desiertos.

Al ver esto, Júpiter decidió hacer un acuerdo con el Dios Plutón, él deseaba que le devolviera de inmediato a su hija, pero cabe resaltar que estos dos Dioses eran unos de los seres más poderosos que existían; ninguno cedería por el otro, a menos que hubiese un tratado, lo que así fue.

El rey de los muertos y del inframundo optó por dejar libre a Proserpina, pero solo por 6 meses, cuyos otros 6 meses se quedaría con él. Para esto, obligó a la Diosa a que comiera seis semillas de granada en su honor, lo que simbolizaba la fidelidad del matrimonio.

Así, cuando Proserpina estaba con Plutón, las tierras seguían secas, pues Ceres ocasionaba el otoño. Pero luego, cada 6 meses, cuando al fin madre e hija se reunían, las tierras se convertían en lugares fructíferos, pues era la llegada de la primavera.

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