Malinalxochitl

Malinalxochitl

En la mitología azteca, la diosa Malinalxochitl es considerada una deidad responsable de la hechicería, de las serpientes, escorpiones y e insectos del desierto. Que pueden tener supremacía por los otros animales que en él habitan.

Se trata de una representación de la femineidad pasiva, de la tierra, de las tinieblas y las artes mágicas.

Era una hechicera muy temida, además de por lo anterior, porque era la hermana del Dios Huitzilopochtli. No se sabe si realmente existió, ya que la historia de los aztecas mexicas se confunde cada vez más con el mito.

Lo que es cierto es que esta deidad fue muy venerada por las mujeres porque una de las acciones de hechicería de las que se encargaba era la de castigar a los hombres que practicaban el adulterio.

Malinalxochitl era una nahualli, una clase de brujos que eran capaces de transformarse en animal según su gusto o en cualquier otra entidad requerida, como por ejemplo, en fuego. Sin embargo, esta hechicera era considerada un nahualli malvado, temida por sus hechizos.

Índice
  1. Mitos y leyendas de Malinalxochitl
    1. Diosas relacionadas

Mitos y leyendas de Malinalxochitl

Cuenta la leyenda que Malinalxochitl acompañó a la peregrinación desde Aztlan hasta la fundación de México.

Y fue famosa en esa época ya que al parecer retrasó la expedición y fue llamada en su época: la devoradora de corazones.

Todo esto de forma metafórica ya que según se cuenta, privaría a sus compañeros de viaje de vitalidad, fuerza, ánimo y voluntad.

diosa Malinalxochitl

Lo que ocasionaría que “el que no tiene corazón olvide y pierda de vista la tarea que se propuso a cumplir”.

Todo esto hizo que todos sus compañeros esperaran a que se quedara dormida y la abandonaron y siguieron su camino.

Cuando Malinalxochitl despertó, se vio sola y abandonada y juró algún día vengarse. Malinalxochitl se asentó en donde la dejaron e hizo vida allí, fundando un pueblo que llamo Malinalco.

Tiempo después, tuvo un hijo con Chimalcuauhtli, el rey de Texcaltépec, al que llamaron Copil.

Un día le contó a su hijo lo que le hicieron en la expedición y Copil se enfureció y prometió a su madre que la vengaría algún día.

Copil regó la voz de que los aztecas eran gente indeseable que merecían la muerte, que eran gente malvada y despiadada.

Aprovechó que venía una expedición de aztecas al cerro de Chapultepec y todo el mundo empezó a regar la voz.

Por una confusión, Copil fue asesinado y su corazón enterrado, del que surgió con el tiempo un nopal y desde donde después se edificó México.

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